miércoles, 20 de julio de 2016

Puente de unión entre San Miguel de Escalada y La Aldea del Puente



Pedro Cañón, Santiago Maraña, Juan-Carlos Suárez-Quiñones, Juan Martínez Majo y Amador Aller


Diario de León, 20 de Julio de 2016

Las localidades de San Miguel de Escalada y La Aldea del Puente estarán unidas dentro de seis años por un puente sobre el Esla. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y la Diputación pondrán así un final feliz a una «reivindicación justa y legítima» de los habitantes de los municipios de Gradefes, Valdepolo y Villasabariego. La histórica reclamación de los vecinos de la ribera se vio cumplida ayer con la presentación de un proyecto que costará 5 millones de euros y que será financiado a partes iguales por la Junta y la institución provincial. El presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentaron ayer el estudio de viabilidad que ha realizado la Dirección General de Carreteras para un proyecto que no se presenta fácil pero que es «necesario» y que «solventa un déficit entre las dos márgenes del río Esla». Así lo aseguró Martínez Majo, quien reconoció el «esfuerzo excepcional» que tanto Junta como Diputación han realizado para aliviar la situación de los 3.500 vecinos de los tres municipios afectados.
El presidente de la institución provincial aseveró que la construcción de esta infraestructura contribuirá al desarrollo social y económico de la zona, una idea en la que incidió también el consejero de Fomento. Suárez-Quiñones destacó los múltiples beneficios que aportará el puente, en la vida diaria de los ciudadanos de los 20 núcleos de población del entorno, que acortarán en media hora el trayecto a León, lo que supone, según los cálculos del estudio, un ahorro de 40.400 horas de desplazamientos al año. Pero también enumeró la rentabilidad que supondrá la infraestructura en otros aspectos como la atención sanitaria ya que, aseguró, «los vecinos tendrán una movilidad más rápida para ir a los consultorios médicos» o en la faceta turística, debido a que el acceso a monumentos como los monasterios de San Miguel de Escalada, Santa Olaja de la Ribera o el de Gradefes será «más rápido y fácil» para los visitantes.


Además, destacó el consejero la ventaja que supondrá el puente para los agricultores de la zona, que generalmente tienen fincas a uno y otro lado de la ribera, o, desde el punto de vista social, la facilidad que las familias de las dos márgenes tendrán para comunicarse ya que pertenecen a localidades en continua relación. Otra de las beneficiadas será la mancomunidad de municipios que podrán ahorrar tiempo y dinero para cubrir los servicios entre los ayuntamientos.
Desde el punto de vista técnico, las estimaciones del estudio de viabilidad apuntan a que el puente tendrá entre 500 y 700 metros de largo, aunque la intervención se realizará a lo largo de casi siete kilómetros. Según explicó Suárez-Quiñones, la memoria prevé que el puente esté conectado con la nacional N-625 y la carretera provincial LE-5625, además del entronque con la vía autonómica LE-213.
El nuevo trazado tendrá 2,1 kilómetros de longitud, de los que 700 metros, aproximadamente, corresponderán al viaducto. El consejero avanzó que durante los trabajos también se acondicionará la carretera de San Miguel de Escalada, que se ensanchará para hasta los 6 metros de calzada y otros dos de arcén. Esta obra supondrá un coste a mayores de otro millón de euros sobre la inversión inicial.
La magnitud del proyecto viene dada por la necesidad de salvar no sólo el cauce del río sino también la avenida de 100 años, que estima un cauce seis veces mayor que el actual.
El próximo lunes arrancarán los trámites para iniciar el proyecto de la infraestructura, que estará construida, según las mejores previsiones, en seis años. De momento, se sacará a concurso el estudio informativo y la empresa adjudicataria deberá, presentar tres alternativas para escoger la más adecuada desde el punto de vista medioambiental, económico y técnico. Después se adjudicará el proyecto de la obra y, finalmente, se licitará la ejecución que se estima se alargue durante 24 meses. Con los plazos previstos, las obras empezarán en cuatro años.
Por su parte, el director general de Carreteras, Luis Alberto Solís, hizo hincapié en que, a la luz de las cifras, la actuación «resulta claramente rentable». El estudio de viabilidad se ha realizado teniendo en cuenta la estimación del tráfico que soportará el vial, con una intensidad media de 565 vehículos diarios, teniendo en cuenta sólo los usuarios locales, y que se incrementará con la puesta en servicio de la A-60 y el nuevo enlace con Mansilla de las Mulas.

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